9 août 2008

GRATITUD

De mi experiencia de vida tengo hartas magulladuras, muchas decepciones; mías y hacia mi. Pero veo un sentido en estos karmas que van y vienen que me deja un sabor a gratitud.

Es a mis padres que agradezco, aunque no dieron atención a mis inquietudes o angustias, siempre entregaron lo necesario en educación para crecer en el orden de las cosas. Agradezco esa amarga indiferencia y la distancia, porque en ella germinó mi imaginación, mi sensibilidad y mi mundo interno de reflexión; gracias a esa distancia me acerqué infinitamente a mis hermanas, nos hicimos cómplices de la búsqueda y el camino del desarrollo, a mi hermano y los amigos del barrio, porque jugamos en un mundo del espacio arriba de los árboles, o en bicicleta por las calles hasta que era una adolescente. También les agradezco, porque gracias a esa distancia dejaron que mis abuelos y tíos fueran integrantes reales de la familia que ayudaron a mi aprendizaje, les agradezco por el amor que dieron a su manera, especialmente reuniéndonos en paseos y viajes a la naturaleza. Ese acercamiento que motivó en mí una vivencia de lo natural como si integrara un ser vivo, un sentimiento que se ha ido fortaleciendo con los años, un conocimiento de la armonía de la vida balanceándose con el caos. De estas cosas nacen los fundamentos de mi mente. Este descubrimiento también solo ha podido florecer gracias a ellos, a mis padres. Gracias.

1 commentaire:

nomecentro a dit…

Desde los siete a los doce el tiempo y los veranos parecen infinitos. Lo marcan casi todo y son sólo seis años. Volverse realista lo llaman luego aprender.